Dr. Isaac Calderón Solís
Cédula Prof. 6716836 | Cédula Prof. Esp. 11501422
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Tratamiento de trastornos del equilibrio
Un trastorno del equilibrio es un problema médico que hace que uno se sienta tambaleante o mareado. Es posible que al estar de pie, sentado o acostado, la persona sienta como si se estuviera moviendo, flotando o que todo da vueltas.
¿Cuándo tengo un trastorno del equilibrio?
Si usted padece un trastorno del equilibrio, puede tambalearse cuando intenta caminar, perder el equilibrio o caerse cuando intenta ponerse de pie. Usted puede tener otros síntomas como:
El vértigo se presenta de manera abrupta, súbita y obliga a quien lo padece a estar en reposo. Se acompañan de síntomas y signos vagos como náuseas, vómitos, sudoración profusa, palidez y ganas de defecar.Estos síntomas suelen desencadenarse con cambios de posición corporales o de la cabeza con respecto al cuerpo, tales como acostarse, levantarse o girarse en la cama, agacharse, o mirar hacia arriba.
El vértigo es generalmente causado por cuadros benignos, producidos por un compromiso en la estructura y funcionamiento del oído interno.
Las causas de los trastornos de equilibrio pueden ser muy variadas y pueden responder desde un problema transitorio o permanente en el oído, un desequilibrio metabólico, una infección bacteriana o viral en el oído hasta una afección por una lesión cerebral, por lo que una evaluación oportuna por un experto es primordial para evitar complicaciones.
La evaluación otoneurológica es una evaluación clínica para determinar si el problema de equilibrio se debe a una falla en el Sistema Vestibular Periférico (Oído Interno) o en el Sistema Nervioso Central (a nivel cerebral). Para lograrlo se basa en las siguientes etapas:
La primera fase diagnóstica del vértigo o mareo se inicia con un correcto interrogatorio al paciente, que permitirá avanzar en la identificación del tipo de vértigo. Se le presta especial atención a la limitación que el vértigo genera en la actividad diaria, intentando valorar el grado de discapacidad que la enfermedad produce para el paciente y su familia.
La segunda fase del diagnóstico del vértigo consiste en los siguientes procedimientos:
Si el especialista necesita hacer una exploración más profunda, incluirá:
La tercera fase diagnóstica del vértigo o mareo consiste en una minuciosa exploración Otoneurológica. El resultado de la historia clínica y de las exploraciones, junto con la Audiometría y las Pruebas Vestibulares suelen dar una idea precisa de la localización del vértigo, de su causa y, por consiguiente, del tratamiento adecuado. En otras ocasiones, el paciente será abordado de manera conjunta por otras especialidades.